¿Por qué es importante saber cuál es tu tipo de apego?

El apego se desarrolla desde los primeros años de vida. Es una fuerza que une y nos vincula.

Para comprender las dinámicas de apego entendamos al apego como el mecanismo esencial que usamos para sostener la vida emocional desde que somos niños. Es el programa a partir del cual  vamos a percibir lo que sucede en nuestras relaciones afectivas y marcará el cómo nos conectamos. Un apego seguro, desarrollado a través de respuestas consistentes, que generen confianza y empatía de los padres o cuidadores nos proporcionará la capacidad de relacionarnos de manera plena y saludable a lo largo de nuestra vida.

Por otro lado, un apego inseguro (evitativo, ansioso o desorganizado) tendrá la capacidad de generar heridas en nosotros mismos y en los demás. Incluso puede influir en la forma en la que gestionamos nuestras emociones y estableceremos vínculos. Esto es sumamente importante para nuestro desarrollo emocional y para la calidad de las relaciones que tendremos. 

¿Cómo se establece el apego?

Si nuestros padres y cuidadores miran nuestras acciones con empatía y cuidan de nuestras necesidades, son consistentes con su presencia en nuestras vidas y nos apoyan gestionando nuestras emociones, formarán en nosotros apegos de tipo seguro. 

Situaciones como enfermedad, fallecimiento, adicción, pobreza o trauma, tendrán un efecto en nuestro tipo de apego ya que de niños SIEMPRE necesitamos un adulto que nos ayude a manejar nuestras emociones.

Cuando hay experiencias de seguridad inconsistente, se desarrollan respuestas que tienden a la ansiedad, a evitar sentir; a desconectarnos de nuestros sentimientos o tener reacciones desproporcionadas ante los eventos del día a día.

El apego se vuelve una respuesta automática del inconsciente, que si aprendemos a reconocer, será más sencillo predecir nuestra conducta y generar actos más alineados a nuestros valores. 

Para reconocer nuestra herida y nuestro tipo de apego es necesario que observemos en nuestras experiencias pasadas, cómo fue tu historia ¿Qué tanta oportunidad tuviste de ser niño? ¿Tuviste responsabilidades de adulto? ¿Pudiste buscar el abrazo de mamá/papá cuando te sentías insegur@? O ¿Tuviste miedo, no había contacto físico, no se hablaba de emociones?

Por esta razón vale la pena que conozcas el tipo de apego que tienes. Así podrás trabajarlo y tendrás un invaluable desarrollo emocional que te ayudará a mejorar tus relaciones. 

Te invito a que realices este test en el que a partir de tu puntaje sabrás si tienes un tipo de apego ansioso, evitativo, seguro o desorganizado. Puedes tener rasgos de cada uno y también una manera más automática de reaccionar. El test te dará una idea para que sea un punto de partida, (sin que lo tomes como un diagnóstico).